El ministro de Seguridad de Santa Fe habló sobre el crimen sicario del policía

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El subinspector Leoncio Bermúdez fue asesinado anoche de un tiro en la cabeza. Aún no se sabe si los atacantes fueron a rescatar o a matar a un recluso que había sido trasladado por el Servicio Penitenciario.

Leoncio Bermúdez, el policía asesinado en Rosario por sicarios dentro de un hospital.

La violencia en Rosario no da tregua y anoche llegó a un nivel insólito. Leoncio Bermúdez, policía de la fuerza santafesina, fue asesinado de un tiro en la cabeza luego de que cuatro sicarios ingresaron al Hospital Provincial, ubicado en el Barrio Martín, donde cumplía servicios adicionales. Su hija de diez años lo esperaba en el destacamento del lugar.

Claudio Brilloni, ministro de Seguridad de Santa Fe, quien en diálogo con radio Mitre, reveló detalles de cómo fue el asesinato del subinspector Bermúdez, muchos de ellos adelantados anoche por este medio. Según dijo, la clave de los delincuentes fue atacar con sorpresa, aunque admitió que todavía no saben si el objetivo de los sicarios. El foco del ataque, se cree, fue Gabriel Lencina, un hombre de 29 años, condenado a 22 años por una serie de violentos crímenes. Todavía se desconoce si el comando fue a rescatarlo o a matarlo.

“El factor sorpresa para estos delincuentes fue fundamental para poder este agredir al personal penitenciario y policial. Primero, los agentes penitenciarios que estaban próximos al detenido que estaban custodiando tratan de evitar la actitud hostil y beligerante de estos delincuentes cobardes, porque la verdad es que ingresar en un hospital donde hay muchos pacientes, es de cobarde”, contó el funcionario.

En ese sentido, Brilloni dijo que los delincuentes habrían entrado por la guardia para cumplir su objetivo y luego se escaparon por el mismo sector. “Los agentes penitenciarios se trenzan en una lucha. Uno de ellos recibe un golpe en la cara. Cuando salen, el personal policial que está de custodia, que cumple servicios adicionales en el hospital, es sorprendido directamente con dos disparos, uno en la cabeza y otro a la altura también del pómulo que fue lo que causó la muerte”, siguió.

Los sicarios, por otra parte, hirieron en las piernas a una enfermera del lugar.

Daniel Lencina, el preso que está internado en el hospital de Rosario.

Tras el ataque, el policía fue trasladado de inmediato al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez , en donde ingresó con un paro cardíaco, por lo que los médicos de guardia iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Sin embargo, los intentos fueron en vano, ya que su cuadro era muy delicado. Bermúdez murió cerca de las 23 horas.

“Hay que destacar el valor, las agallas y la valentía de estos agentes de servicios penitenciarios y de la Policía de la provincia de Santa Fe que se resistieron al ataque para impedir que estos cuatro individuos lograran el objetivo que aún no tenemos claro si era para matarlo o para arrancarlo, como se dice en la jerga delictiva, o algún otro cometido que todavía es materia de investigación”, añadió el titular de la cartera de Seguridad de Santa Fe. Dijo además que el policía y los oficiales penitenciarios se opusieron “no solamente con valentía, sino que también con criterio, porque también es cierto que fueron sorprendidos”.

Respecto a la grave situación de inseguridad que atraviesa Rosario con 229 crímenes en lo que va del año, el ministro dijo que lo que resta es seguir “trabajando con la misma enjundia” con la que lo hizo hasta el momento. Sin embargo, aprovechó para reconocer que desde las fuerzas se seguridad.

El ministro Claudio Brilloni. (Leonardo Galletto)

“No solamente tenemos ocho muertes en tres días: tenemos 15 muertos en un mes, contra los ocho que tuvimos el mes pasado. Cuando terminamos el mes de octubre, muchos me preguntaban qué se hizo para bajar esa tasa de homicidios, que oscilaba entre los 24, 25 en meses anteriores de promedio. El trabajo que tenemos que hacer es de inteligencia criminal, de fortalecer el trabajo de investigación judicial para desmembrar las organizaciones delictivas y dar con los líderes. Hay una cuestión que para nosotros es fundamental, que es romper con esa comunicación que hay entre las cárceles y el territorio”, concluyó Brilloni.